Después de tomar un café y despejarnos, nos calentamos en la estufa de leña un poco antes de salir a la calle donde la temperatura no supera los doce grados centígrados, y la humedad del rocío se nota en el ambiente.
Recolección de la aceituna
Sobre las ocho de la mañana, mientras los olivos terminan de secarse del rocío, empezamos a extender las sábanas de rejilla, que utilizamos en la recolección de la aceituna.
Una vez todas las sábanas extendidas comenzamos a varear los racimos de oliva que penden de sus ramas, las sábanas empiezan a llenarse de aceituna, y alguna que otra ramita que se suele romper en el proceso. Hora tras hora vamos vareanndo los olivos, haciendo que el fruto acabe en nuestras sabanas, pintandolas con tonos, verdosos, morados y negros,
La variedad de tonalidad nos indica que la aceituna está en el momento óptimo de para cosechar, ni muy verdosa, ni madura del todo. La nuestra está un poco madura de más, pero el resultado será genial, al ser aceituna que no ha recibido ningún tipo de nutriente, no natural, y tampoco sulfatos.
Una vez tenemos las sábanas con una cierta cantidad de oliva la envasamos en baskets de fruta para poder mejorar el transporte, sin hacerle sufrir el fruto de nuestros olivos. Terminado el día cargamos toda la aceituna recogida hoy, unos 400 kg aproximadamente.
Camino a la Almazara Vallayco Caroche
Llamamos a la Almazara, “Vallayco”, es donde moleremos nuestra cosecha de aceituna. Nos dan turno para ir a moler la aceituna al día siguiente. En esta época suele estar bastante concurrido, toda la gente suele recolectar la aceituna sobre las mismas fechas.
La Almazara Vallayco Caroche, es una almazaras con grandes referentes, en cuestión a este oro líquido, el Aceite de Oliva Virgen Extra. Defendiendo los aceites mono varietales, aceites de una sola variedad de aceituna, como: Alfafara, Picual, Arbequina y alguna más.
Han sido ganadores en 2023 Dubai, del premio al mejor aceite de variedad Alfafara prensado en frío.A día de hoy, siguen trabajando con esfuerzo para seguir siendo líderes en el sector. Por ello han vuelto a ser recompensados con el Primer premio al mejor aceite de molienda en frío.
Llegamos a la almazara y enculamos el remolque para vaciar los basquets de llenos de aceituna, en una torvar enrejada, la cual comunica a una cinta transportadora, para llevarla a la máquina de limpieza del fruto. Esta máquina elimina las hojas y desperdicios que puede contener la aceituna, después pesa el producto y ya recogen nuestros datos de parcela, Dni y de más documentación que hace falta, para la facturación del producto.
Molienda, prensado y decantación
Una vez que la cosecha está pesada y registrada, es almacenada a espera de ser molida, en su turno. Transportada mediante agua, permite lavar la aceituna antes de comenzar con el proceso de triturado.
Después de triturar la aceituna, queda una pasta, la cuál pasa a ser prensada para sacar el jugo de la aceituna. Esta pasta no sale limpia, no solo contiene aceite, si no que también contiene agua, la cual tiene que ser eliminada mediante procesos de decantanción.
Estos procesos se realizan sin manipular la temperatura del producto, lo cual hace que el producto no pierda calidad, ni propiedades, propiciando así el mejor aceite de oliva virgen extra, que se puede extraer de nuestra aceituna.
Recogida del producto
Nos dicen que volvamos por la tarde a primera hora, y así lo hacemos. Cuando llegamos tenemos nuestro aceite listo, ya preparado encima de un pallet. Nuestra aceituna nos ha producido una cosecha de unos 87 litros de Aceite Virgen Extra de Oliva, en extracción en frío.
El aceite de momento se ve verdoso con una cierta turbulencia, nos recomiendan que empecemos por dejarlo reposar unos días. Al cabo de la semana, el color del aceite va cambiando, ya se ve de un color dorado con un matiz verdoso, en el fondo de la garrafa se quedan los restos de la moliendo, que son mas finos que el filtro por donde pasa.
Una vez que firmamos, los papeles que nos exigen para recogida, ya cargamos nuestro aceite en el maletero del vehículo y lo transportamos a nuestro domicilio. En él lo debemos guardar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar. Si lo hacemos de esta forma nuestro aceite no perderá propiedades, ni se pondrá mal.
Degustación de nuestro AOVE
Lo mejor de todo es cuando probamos nuestro producto. Llenamos nuestra alcuza con este oro líquido. Al destapar el precinto de seguridad de la garrafa, ya notamos como el aroma afrutado de este jugo tan peculiar, invade nuestras fosas nasales, alegrando nuestros sentidos.
Al llenar la alcuza vemos como el aceite ya reposado tiene un dorado precioso.
Ponemos un poco de pan a tostar, es la mejor forma para probar el aceite, sin tener que beberlo. Cojemos la tostada y la empapamos con una cantidad generosa, un poco más que lo que le hecho de normal, para probarlo en condiciones.
La primera impresión del aceite, ya te hace cambiar tu opinión respecto a otros aceites, los toques de fruta fresca se notan en el paladar, haciendo de ello un manjar en nuestras papilas gustativas, el aroma también influye, a su favor. Haciendo de este pan tostado con AOVE una delicia para nuestro paladar.